viernes, 20 de agosto de 2010



San Roque es una de los grandes santos populares que ha suscitado devoción en todo el mundo. Existen levantadas muchísimas capillas y en diferentes iglesias tienen una imagen de él, gracias a los favores que a lo largo de los siglos ha concedido, principalmente en épocas de enfermedades y de peste.

Sus primeros años y el deseo de ser pobre.

Según el gran historiador de vidas de santos, Martirià Brugada, uno de los textos más fidedignos que nos narra la vida de este buen amigo es el "Acta Brevoria", un escrito anónimo y posiblemente redactado en la zona italiana de la Lombardía hacia el 1430. Para este sacerdote gerundense, de este texto derivan las narraciones posteriores, en las que según ellas, el nacimiento de Roque habría sido fruto de un voto hecho por sus padres que sufrían por no tener hijos.

Cuenta la historia que Roque habría nacido por el año 1.300 en la ciudad francesa de Montpellier. Te recomiendo visitar esta ciudad como mínimo a través de Internet en este enlace: http://www.ville-montpellier.fr . Quedó huérfano muy pronto y vendió toda la herencia familiar para entregar los beneficios a los pobres. De alguna manera, nuestro santo habría hecho realidad aquella cita del evangelio de Mateo que dice: "Vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente conmigo". Con este deseo de seguir en la pobreza a Jesús y también de enseñar la fe cristiana, inició su peregrinación a Roma.

En la zona de la Toscana, Roque se hospedó en la ciudad de Acquapendente y, en el hospital, se puso a servir a todas aquellas personas que estaban infectadas de la peste, logrando, cómo no, curaciones admirables e inexplicables. Seguramente, San Roque aprendió nociones de Medicina en su ciudad natal, que puso luego en práctica durante sus peregrinaciones. Recordemos, amigo cibernauta, que Montpellier es una de las ciudades más prestigiosas de Europa en temas médicos, allí hay la reconocida Universidad de Montpellier, que fue fundada en el siglo XIII. Se cuenta que en la ciudad italiana de Cesanea, antes de llegar a Roma, nuestro santo curó a un cardenal, y que este lo presentó luego al Papa.

Cuando se dispuso a regresar a su país, pasó por Rímini, hoy convertida en una de las grandes zonas "pijas" de veraneo de Italia. Allí, Roque no se dedicó a tomar el sol en la playa, ni a tomar helados, ni tampoco a tomar copas en una terraza de un bar, sino que predicó el evangelio y continuó curando de la peste a aquellas personas que podía. Tantas curaciones y tanto contacto con los infectados, propició que en la ciudad de Piacenza él mismo quedara contagiado y se viera obligado a retirarse en un bosque de las afueras de la ciudad.

El perro y San Roque

Seguro que tus padres o tus abuelos te habrán ya contado la preciosa narración del perro de San Roque. Si te fijas en la estampa, nuestro santo va acompañado de un simpático chucho. ¿Quien fue este perro?. Pues ... fue su salvador. Cuando hoy en día, sobre todo en verano, se abandonan por las calles tantos perros que nos han mostrado su cariño a lo largo del año, bueno será explicarles a aquellos que hacen este tipo de salvajadas la historia de este animal que le salvó la vida a un santo tan importante como fue Roque.

Se explica, que cuando nuestro santo se trasladó al bosque para no infectar de esta manera a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un panecillo. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cuál, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquél hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como el. La curación definitiva de Roque fue gracias a un ángel que se le apareció. Cabe decir que otras versiones populares afirman que fue el mismo perro quien le curó, después de lamerle la herida de su pierna varias veces cuando el santo estaba en el bosque. También cabe añadir, que para algunos historiadores, el redactor de la "Acta brevoria" sería el mismo Gottardo.

Una vez curado, Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, pero en el norte de Italia, en el pueblo Angera, a orillas del lago Maggiore, unos soldados, acusándolo de espía, lo arrestaron. Fue encerrado y moriría en prisión entre los años 1376 y 1379. Algunos cuentan que tenía 32 años de edad.

Cabe decir que San Roque había pertenecido a la Tercera Orden de los franciscanos, una rama de esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la espiritualidad de San Francisco de Asís. Así lo reconoció el Papa Pío IV en 1547.

Otras versiones de la vida de San Roque

A pesar de todo, la historia de San Roque es bastante difusa. Ya te he comentado anteriormente que el texto más fidedigno es la "Acta brevoria" y que aproxima su nacimiento a mediados del año 1.300. Pero, a lo largo de los años se han publicado diferentes textos biográficos. Por ejemplo, el veneciano Francesco Diedo redactó en 1478 una biografía en la que San Roque habría nacido en 1295 y muerto en 1327. Pero para muchos, dicha tesis, que es la más popular y la más difundida, es un error, ya que la gran peste en la que Roque se vio involucrado no empezó hasta 1347.

Las leyendas cuentan que Roque era hijo del gobernador del rey de Mallorca en Montpellier llamado Juan y que, en el momento del nacimiento, llevaba una cruz roja en el pecho prefigurando su destino. Su madre se llamaba Liberia. Otros investigadores como A. Maurino sitúa la vida del santo entre el 1345 y 1376 y A. Fliche lo hace entre el 1350 y 1379.

También es confuso el lugar de su muerte, mientras que para algunos fue en Angera tal y como hemos visto, otros la sitúan en la misma Montpellier. En esta ciudad francesa, que antes de 1349 había pertenecido a la Corona de Aragón y al Reino de Mallorca, fue arrestado por mendigo y estuvo 5 años en la cárcel hasta que murió de flaqueza. Se cuenta que el mismo tío de Roque, entonces gobernador de Montpellier, al ver que aquel moribundo era su sobrino hizo levantar un templo en su honor.

Es todavía más dudosa la ubicación de su tumba, aunque con toda probabilidad Roque falleció en Anguera, una hipótesis señala que su cuerpo habría sido trasladado a Venecia en 1485. Otros historiadores del sur de Francia vuelven a reafirman en que el santo habría retornado a Montpellier para morir en su ciudad natal y que habría sido sepultado en un convento de los hermanos dominicos y que sus reliquias se trasladaron más tarde a Arles. Lógicamente, y está comprobado, el Convento de los Trinitarios de Arles y la ciudad de Venecia fueron dos de los centros de más veneración a San Roque.

Después de tantas confusiones, nos tiene que quedar claro que San Roque nació en Montpellier y que fue un peregrino que se desplazó a Roma. Que recorrió Italia y que se dedicó a curar a todos los infectados de la peste y que falleció en olor a santidad. Su vida la tenemos que fechar con toda seguridad, a partir de la mitad del siglo XIV según el texto más fidedigno, las "Acta brevoria" y que su muerte, lo más probable es que fuera en Anguera, a pesar de la hipótesis de Montpellier.

El culto y la devoción

Aunque la documentación que se tiene de San Roque lleve a confusiones, no hay que negar que la devoción hacia él fue muy rápida a partir del siglo XV. Desde Venecia se extendió el culto hacia el mundo germánico y a los Países Bajos. En 1477, en ocasión de otra epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía que bajo su honor se dedicó al hospedaje de enfermos de peste y que fue conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia. Una de las iglesias conocidas que le están dedicadas es en París, muy cerca del museo del Louvre, que hizo edificar Luis XIV en 1563. Y como no... toda Europa quedó sembrada de templos que le fueron dedicadas, incluso en la América Latina.

Desde finales del siglo XIV, se convierte en uno de los santos más populares para pedir su intercesión ante Dios. Es el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. El Papa Gregorio XIII lo declaró santo en el siglo XVI y en muchos pueblos y ciudades lo veneran con gran devoción después de que él haya intercedido entre los habitantes. Tal y como he comentado al principio, son muchas las iglesias parroquiales que tienen una imagen de San Roque en los altares. Si en tu iglesia existe una, hay un 80% de posibilidades que los vecinos de tu pueblo lo invocaran hace siglos ante una epidemia e hiciesen un voto de villa, un acto que consiste en hacer una promesa al santo si éste les concede una petición.

En la diócesis de Girona, a pesar de existir muchas imágenes suyas en las iglesias parroquiales, solamente hay una que le esté dedicada y que está situada en Olot. Hay también 4 ermitas emplazadas en los pueblos de Gaüses, Massanes y Sant Aniol de Finestres.
También cabe destacar la de Vilablareix, construida en el siglo XV. El 21 de julio del 2002 se inaguraron los trabajos de rehabilitación que permite restituir el culto al templo después de 60 años en desuso. Se celebra un "aplec" el segundo domingo de Cuaresma.

Los dos principales templos de todo el mundo dedicados a San Roque están en Montpellier y en Venecia, a parte del ya mencionado de París. También en muchas poblaciones hay pequeñitas hornacinas con la imagen del santo que en forma de capillitas están instaladas en las calles.

Tradiciones

La voz popular ha creado tradiciones sin fundamento alguno pero que han contribuido muy positivamente a fomentar la devoción. Muchas de estas tradiciones quieren aproximar un santo a la vida misma del pueblo y no nos ha de extrañar que se diga que el propio San Roque hizo el camino de Santiago, que visitó Compostela o que incluso pisó Barcelona. Se cuenta que cuando San Roque entró en la ciudad catalana, todos los infectados de peste se recuperaron.

Según cuenta el "Costumari Català" de Joan Amades, hace siglos, en la ciudad de Barcelona, se tenía una gran devoción al perro del santo. El día después de la onomástica de San Roque, se continuaban llevando cirios a los templos que tenían una imagen suya, pero con la diferencia de que dichos cirios votivos no iban dedicados a San Roque, sino ¡al perro!. Se cantaban oraciones, gozos y todo tipo de intenciones para el "chucho". Era tanta la devoción al perro de San Roque, que incluso, aquél día estaba permitida la entrada de estos animales en las iglesias de Barcelona. Claro está, que estamos hablando de hace muchos siglos. Este aprecio venía apoyado gracias a una leyenda que decía que en el día de San Roque el perro del santo visitaba la ciudad condal y que los otros canes que tenían la rabia, marchaban velozmente al verlo. Se cuenta que quien maltrata a un perro, se atrae toda la antipatía de San Roque para siempre.

En algunas poblaciones de Catalunya, la verdad es que no conozco el motivo, era tradición hace mucho tiempo, que el día de la fiesta del santo, las parejas de novios anunciaran oficialmente su compromiso a los padres. ¡Pobre San Valentín. Espero que no cogiera celos!.

También en algunas zonas de Lleida, tenían a San Roque por patrón contra la gandulería. Hace muchos años, en el pueblo de Prat de Compte y en otras villas vecinas, los hombres tenían el derecho de poder levantar de la cama a aquellas mujeres que no eran bastante madrugadoras a juicio del vecindado masculino. A primera hora de la mañana, los hombres, divididos en grupos, uno de solteros y otro de casados, iban por las casas. Llegaban hasta la cama y tenían el derecho de llevarse las mantas y de hacer levantar a aquellas mozas que aún estaban durmiendo. Por cierto ... ¡los hombres casados se encargaban de levantar a las casadas y los solteros a las solteras, supongo con la supervisión de algún miembro de la familia!. Este acto, hace ya muchos años que se ha perdido. Pero ... ¿a que es guay?. Y yo me pregunto ... ¿que tiene que ver San Roque con todo eso?.

Onomástica y patronazgo

San Roque es junto a San Sebastián el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. San Antonio Abad, patrón de los animales, y debido al gran trabajo que tiene en proteger a los muchos que hay en el mundo, da permiso a San Roque para que se ocupe de los perros, es por ese motivo que es el protector de todos los canes. Se le puede pedir amparo para que no sean abandonados ni maltratados. También en algunos países es el patrón de los picapedreros y marmolistas. La onomástica es el 16 de agosto.



ORACIONES

Plegaria del Misal Romano

Señor, Dios todo poderoso, tú nos has revelado que toda ley se resume en el amor a ti y al prójimo. Concédenos que, imitando la caridad de San Roque, podamos ser un día contados entre los elegidos de tu Reino.

Plegaria escrita por el Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona

Glorioso San Roque, te agradecemos que desde tu sencillez nos recuerdes que Dios también está cerca de nosotros cuando recibimos la sacudida del dolor y de la enfermedad. Ayúdanos a vivir estas situaciones con serenidad y paz, agradeciendo el servicio de los que nos ayudan. Que no olvidemos que nuestra vida es avanzar por el camino de Jesucristo, sirviendo y amando desde la pobreza. Y para que siempre luchemos contra todo lo que degrade y destruya la dignidad humana y la convivencia social.
1. SU HISTORIA.

Nació Cayetano; de padres nobles, hacia el año 1.480, en la ciudad de Vicenza, del señorío de Venecia. Sin embargo, algunos autores afirman que vio la luz en Gaeta. Efectivamente, el nombre Cayetano proviene del término latino caietanus, que significa, oriundo de Caieta, como se llamaba esa ciudad en la época de los romanos.

Antes de nacer, ya la madre lo había ofrecido a Jesús. De pequeño, por este motivo, se lo llamaba Cayetano de Santa María.

Cayetano nació en una época de cambios históricos profundos, logró vivir de acuerdo a lo que creía y trascender su tiempo, no sólo como un Santo venerable, sino como un ejemplo de vida cristiana.

Frecuentó desde muy joven las iglesias y le gustaba la soledad. Se estableció en Roma y el Papa Julio lo nombró protonatario apostólico y lo hizo camarero.

San Cayetano experimentaba una desgana muy viva por el género de vida de muchos de los otros prelados y eclesiásticos de la corte papal. En una carta del 31 de julio de 1517, pedía a Laura Mignani rezar por Roma: "Te recomiendo ésta, alguna vez Ciudad Santa, ahora Babilonia, en la cual hay tantas reliquias".

Ordenado sacerdote el 30 de setiembre, celebró su primera misa en la fiesta de la Epifanía, el 6 de enero de 1517, en el altar del Pesebre de Santa María la Mayor, donde la Madre de Dios, en la Navidad siguiente le presentará su Hijo Divino entre los brazos, como él mismo lo relata a Laura Mignani en una carta del 18 de febrero de 1518.

A favor de los incurables.

Al regresar a Vicenza, encontró un conjunto de gente humilde, devota y ejemplar, que él Ilamó sociedad santa.

Los aleccionó para que fueran útiles en el hospital de incurables y ejerció personalmente la caridad con los enfermos. Su ejemplo cundió por toda la ciudad. Caballeros, nobles, militares y vecinos de gran fortuna acudían como voluntarios al hospital. Se trasladó a Venecia. Allí gastó gran parte de su fortuna en realizar obras de misericordia. Reparó el hospital, Ilamado Hospital Nuevo. Todavía se ve sobre la puerta principal del hospital la imagen del santo y la inscripción en que se lo Ilama "amado fundador". Acostumbraba decir que en la iglesia se rendía a Dios el homenaje de la adoración y "en el hospital lo encontramos personalmente".
2. EXPANSION DE LA DEVOCIÓN DE SAN CAYETANO AL NUEVO MUNDO.

La introducción de la devoción a San Cayetano en los vastos territorios que la Corona de España controlaba; desde el actual estado de Colorado en Estados Unidos hasta la Patagonia tiene más aires de milagro que de historia.

No podemos olvidar que en 1622 la Corte Madrid conoce la Santidad de Cayetano, que murió súbdito de Carlos V en 1547, a través de los "Clérigos Regulares" que llegan a la Capital para cuidar el hospital y la colonia de italianos, allí establecidos. La canonización de los cinco Santos Clementinos en 1672 es una apoteosis española: cuatro de ellos pertenecen a estos; territorios que gobierna todavía la dinastía de los Austrias: San Cayetano, Santa Rosa de Lima, San Luis Beltrán y San Francisco de Borja. Santa Rosa es la primera flor de santidad que produce América de Sur. San Luis Beltrán había evangelizado la actual Colombia, sin necesidad intérpretes, durante más de siete años. Es pues de la mano de Rosa de Lima y de Luis Beltrán que San Cayetano hace su entrada en el corazón de los pueblos hispanoamericanos. Los Virreyes y la nobleza española que se establece en el nuevo continente traen sus "vidas" y primeras reproducciones gráficas del Santo. El pueblo sencillo aprende a conocerIo. En poco tiempo se convierte en uno de·los Santos más populares de Latinoamérica.

En México, y esto lo sabemos por una carta que escribe un religioso jesuita a su hermano "clérigo regular" de Nápoles, no hay casa, iglesia o poblado que no cuente con un altar de San Cayetano. Se multiplican los cuadros y retablitos del Santo. La arquitectura barrococolonial de la época alcanza su máxima expresión interpretativa en el templo de San Cayetano, construido a principios del siglo XVIII, sobre la mina de plata más rica de todo el continente, la "Valenciana de Guanajuato. Hoy todavía existe, como existen bellísimas telas y bajorrelieves de San Cayetano en muchas Catedrales mexicanas, en templos y museos provinciales. La imaginería de México recuerda en muchas partes al "Santo de la Providencia".

En Lima, Cuzco y Cajamarca del actual Perú, San Cayetano es igualmente conocido y venerado. Hoy nos quedan sus "imágenes barrocas" es decir, remontándose al tiempo de Ia Colonia, que todavía son veneradas por multitud de cristianos del siglo XX. Es interesante recordar también el intento de un sacerdote del «Oratono» de San Felipe Neri, el P. Gregorio Casañas, para fundar en Lima un monasterio de teatinas: "Organizó desde 1688 el Convento gastando 70.000 pesos y entraron en clausura dieciséis doncellas con hábito Reglas de San Cayetano, pero ni el Virrey, Arzobispo ni el Cabildo favorecieron la fundación por lo que se extinguió en 1709".

En Brasil está documentada la devoción a San Cayetano desde 1631. Hoy cuenta con la mayor Ciudad de todo el mundo que Ileva el nombre del Santo: Sao Caetano du Sul, en el gran San Pablo. En 1980 la Ciudad contaba con 162.758 habitantes, extendiéndose en un área de 15.185 km. cuadrados. Solamente dentro del área metropolitana de San Pablo existen 12 calles que Ilevan el nombre de San Cayetano.

El fenómeno de la devoción a San Cayetano en Argentina es todavía más impresionante, aunque posterior al de otras zonas latinoamericanas.
En Argentina.

Todo hace pensar que desde el primer memento la imagen de San Cayetano estaba al costado derecho de la capilla. Cuando la zona de Liniers se convierte en un extenso barrio obrero se instala en la capilla facilitada por las hermanas, la Parroquia de San Cayetano, el 18 de enero de 1913.

Es probable que ya entonces concurrieran (en pequeña escala) los devotos del Santo, que confluían desde otros barrios.

De allí en más, mes a mes y año fue aumentando considerablemente el número de fieles devotos.

La imagen del Santo comenzó a difundirse, juntó con la espiga, símbolo, del pan y el trabajo, en las casas de Buenos Aires, para extenderse a casi toda la república.

Desde el año 1970, los devotos del Santo que concurren a los Santuarios de Liniers y Belgrano, en la Capital Federal, cambian sus promesas de velas y flores por alimentos y ropa que se envían a las regiones más necesitadas del interior del país.

3. SAN CAYETANO: UN SANTO POPULAR ITALIANO AMADO POR EL MUNDO.

Es una casualidad que casi todos los santos populares son italianos, San Antonio de Padua (portugués de nacimiento e italiano por adopción), Santa Rita de Cosia, San Francisco de Asís, etc., y también San Cayetano de Thiene.

El pueblo napolitano atribuyó a San Cayetano la paz obtenida en mementos difíciles para la región, pues Falleció el mismo día del armisticio.

Hombres Y mujeres que lo conocieron y recibieron su influencia comenzaron a considerarlo un verdadero santo, y la devoción se extendió también a Vicenza Y Venecia, donde había vivido largos años.

Cuando todavía faltaba tiempo para la canonización, el Superior de los Clérigos Regulares dispuso: "La imagen principal del Beato, que se ha de exponer en el templo, será representada con una vara de lirios en la mano y dos o tres pájaros posados sobre la misma. También tendrá un libro en el que se leerá: No se preocupen por lo que van a comer o con se van a vestir. Miren los lirios del campo y las aves del cielo".

En el momento de declarar el Papa oficialmente Santo a Cayetano, la alegría popular se expresó con arcos de triunfo y millones de lámparas de aceite colocadas en calles y plazas.

La devoción se extiende, considerándolo abogado de lo cotidiano, del pan de todos los días.

En España se canta en su después de rezar el Padre Nuestro: "Glorioso San Cayetano, Padre de Providencia que no falte en nuestra casa, a diario, tu asistencia".

Poco apoco los "Clérigos Regulares" se fueron repartiendo por Italia, Francia, España, Alemania, Austria, Polonia, para pasar luego a América. Junto con ellos se va conociendo la genial figura de San Cayetano de Thiene, el sincero seguidor de Jesucristo, capaz de responder a la Palabra de Dios y de Ilevarla asta las últimas consecuencias.

En síntesis, San Cayetano vivió en Italia, entre 1480 y 1547, pero su prédica y sus actos han trascendido las fronteras y los tiempos porque siempre estuvo junto al corazón de los que pedían ayuda. Él solía decir: "Una derrota no es un fracaso... Nuestra confianza en Dios, en su Providencia, nos hace sentir seguridad... Debemos seguir rezando y actuando. Dios no nos abandonará" y firmaba: "Cayetano, miserable sacerdote".

Por eso, todos los 7 de Agosto, día de la festividad de San Cayetano, miles de personas en todas partes del mundo se acercan a su santuario para pedirle "pan y trabajo"... pero San Cayetano está dispuesto a escucharnos todo el año...
Programa:




Jueves 6 de agosto




* Festival de la Canción. En el patio de la Parroquia se realizará el tradicional festival que durará hasta que comience la

* Santa Misa de Medianoche. Juntos, como familia y Pueblo de Dios, iniciaremos el día dedicado a honrar a Nuestro Santo Patrono San Cayetano, con la Santa Misa de Medianoche. Dispongámonos a vivir de manera festiva este día.


Viernes 7 de Agosto

FIESTA DE SAN CAYETANO


00:00 Misa de MEDIANOCHE

06:00 Salva de Bombas

06:30 Rosario de la Aurora
07:00 Misa por la Comunidad
08:30 Misa en honor de nuestro Patrono

09:00 Chocolate para niños

10:00 Misa por los Peregrinos

11:30 Misa para los trabajadores del Frigorífico

13:00 Festival Folclórico

16:00 Tradicional Procesión

17:00 Misa presidida por nuestro Arzobispo Mons. Andrés Stanovnik

19:00 Misa por la comunidad


Domingo 9 de Agosto

XXIII Peregrinación de los Trabajadores




10:30 Recibimos a la XXIII Peregrinación de los Trabajadores

11:00 Misa presidida por Mons. Andrés Stanovnik

13:00 Festival Folclórico

17:00 Misa de la comunidad


“COMO FAMILIA DE SAN CAYETANO, PEDIMOS PAN, TRABAJO Y DIGNIDAD”

Durante todo el día, -cada media hora- los Diáconos bendecirán imágenes y objetos religiosos

¿Su mejor ofrenda a San Cayetano? Alimentos no perecederos para los pobres.

jueves, 19 de agosto de 2010

Parroquia y el Santuario San Cayetano se apresta a vivir su Fiesta Patronal

En el Año Jubilar Arquidiocesano “nos hemos enriquecido comunitariamente con la experiencia de visitar y ser visitado con los dos amores de la primera evangelización en tierra guaraní: la Cruz de los Milagros y la tierna Madre de Itatí”, destaca el padre Raúl Alcorta, párroco de “San Cayetano” en su invitación a todos los devotos del santo del pan y del trabajo.

En este marco, y con esta riqueza, se esta desarrollando diariamente el rezo de la Novena como preparación a la Fiesta Patronal. Todos los dias a las 17 rezo del Rosario, Novena y luego santa Misa; y a las 19,30 Adoración al Santisimo, Novena y santa Misa. La Novena será predicada por el padre José Carrol, misionero pasionista, radicado actualmente en Buenos Aires.

Entre las actividades especiales programadas se destaca la celebración penitencial que se desarrollará el viernes 6 a las 21 con exposición del Santísimo y atención de confesiones; luego la comunidad compartirá una velada con empanadas y guitarras. A media noche santa Misa para iniciar el Día Litúrgico de san Cayetano. Esta celebración será presidida por el Arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna.

Día Litúrgico

El sábado 7, Fiesta de San Cayetano, a las 6 salva de bombas y luego rezo del Rosario de la Aurora y a las 7 santa Misa. A las 8,30 misa en honor del Patrono del Pan y del Trabajo; a las 9 chocolate para niños y a las 10 Misa por los peregrinos.
A las 11,30 será la Misa para los trabajadores del Frigorífico.

Por la tarde Festival Folklórico hasta las 16, hora en que se desarrollará la tradicional Procesión, luego santa Misa presidida por el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik.
La jornada finalizará a las 19, con la celebración de una santa Misa por la comunidad.

Cabe destacarse que durante todo el día, cada media hora, los diáconos bendecirán imágenes y objetos religiosos.

Peregrinación de los Trabajadores

El domingo 8 será la XXIV Peregrinación de los Trabajadores, que será recibida a las 1,30 en el templo. A alas 11 santa Misa presidida por monseñor Andrés Stanovnik, por la tarde Festival Folklórico y a las 16,30 Procesión y luego Misa de la comunidad.

jueves, 12 de agosto de 2010

batalla de san lorenzo



El Combate de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, junto al Convento de San Carlos Borromeo en la localidad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe (Argentina), entre las fuerzas independentistas argentinas y las colonialistas españolas (realistas).
Historia
La ciudad de Montevideo — declarada por España como capital provisional del Virreinato del Río de la Plata — era la principal base naval española en el océano Atlántico Sur; por tierra estaba sitiada por el ejército de José Rondeau, al que luego se sumaría José Gervasio Artigas. De modo que los españoles tenían que hacer uso del mar y del Río de la Plata para abastecerse. Frecuentemente, una escuadrilla realista salía de Montevideo en dirección al Paraná, y sus hombres merodeaban las costas robando los ganados.

Una expedición compuesta de once embarcaciones, que había salido de Montevideo con el propósito indicado, fue seguida paralelamente por tierra por el coronel de caballería José de San Martín, al frente de 125 hombres del Regimiento de Granaderos a Caballo, recientemente creado por él.

Las fuerzas de San Martín se adelantaron, deteniéndose cerca de la posta de San Lorenzo, situada a 26 km al norte del Rosario. En ese lugar existe el convento de San Carlos, donde — tras negociar la situación con el superior de los frailes franciscanos del convento, fray Pedro García — San Martín ocultó a sus granaderos, de modo que la escuadrilla realista no pudo observarlos.

Los realistas desembarcaron y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona. Para su sorpresa, fueron atacados por los granaderos a caballo sable en mano. El ataque de las tropas argentinas se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera del convento, una de ellas —la de la izquierda y la primera en moverse— estaba encabezada por José de San Martín; la otra estaba encabezada por el capitán Justo Germán Bermúdez.

El desembarco no se produjo enfrente del convento, como había previsto San Martín, sino en dirección al centro de la actual ciudad. Por ello, la columna de San Martín llegó antes de que la de Bermúdez completara el movimiento. Por un momento, los españoles lograron defenderse. Una bala hirió al caballo de San Martín, que rodó y apretó una de las piernas del coronel, inmovilizándolo. Un enemigo iba a clavarle la bayoneta, cuando apareció el soldado puntano Juan Bautista Baigorria quien en ese preciso instante se interpuso, mató al soldado realista y comenzó una defensa heroica de San Martín. Mientras, el soldado Juan Bautista Cabral ayudó a San Martín a liberarse de la opresión del lomo del caballo sobre su pierna salvandole la vida. Tanto Baigorria como Cabral morirían en esa heroica acción.[1]

La llegada del grupo de Bermúdez, impidiendo que los realistas se reorganizaran en cuadro, completó la victoria de San Martín, obligando a los realistas a huir apresuradamente. Algunos realistas se arrojaron al río desde la barranca y perecieron ahogados. El combate duró, en total, alrededor de 15 minutos.[2]

Este combate constituyó el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo.

Pese a lo escaso de las tropas comprometidas, y a la escasa duración de la batalla, ésta tuvo consecuencias estratégicas: no hubo más campañas de los realistas de Montevideo hacia el río Paraná, y la ciudad comenzó a tener problemas de abastecimiento. Éstos llevarían, mucho más tarde, a su caída en manos de las tropas de Buenos Aires.

San Martín se expuso al fuego enemigo hasta el punto de que en este combate casi perdió la vida. Para explicar este hecho, téngase en cuenta que en esa época muchos de los oficiales principales encabezaban los combates para ser ejemplo de sus subordinados, el otro motivo parece haber sido disipar las sospechas que pudieran haber sobre la fidelidad de San Martín: tras décadas de vida en España, aún mantenía acento peninsular, y se sospechaba que fuera un agente realista (proespañol).

batalla de maipu



La Batalla de Maipú fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar el 5 de abril de 1818, en el valle del Maipo, cercano a Santiago de Chile, entre las fuerzas patriotas revolucionarias conformadas por soldados argentinos de las Provincias Unidas y patriotas chilenos contra los realistas, el cual decidió la Independencia de Chile y en gran parte la del Cono Sur.

Se enfrentaron el "Ejército Unido" -coalición del Ejercito de los Andes y cuerpos milicianos chilenos- al mando del general en jefe José de San Martín contra el ejército realista bajo las órdenes del general Mariano Osorio.

El hecho de armas acaeció al sur de Santiago de Chile distante aproximadamente a 10 km, en los llanos del río Maipo, allí San Martín organizó a su ejército en una posición elevada esperando el ataque español, el cual se colocó casi cara a cara en una posición elevada de la misma manera que la posición patriota.

Poco antes del mediodía, el ejército patriota rompió fuego con la artillería de Manuel Blanco Encalada, pero luego de un tiempo San Martín se dio cuenta de que los realistas habían tomado una posición defensiva y decidió iniciar el ataque.

Envío las fuerzas atacando el centro y la derecha de los españoles, mientras que Juan Gregorio de Las Heras comandó el ataque por las fuerzas colocadas en otro cerro, allí los patriotas tomaron un cerro, amenazando la izquierda realista. Mientras tanto, los ataques patriotas no parecían lograr quebrar las líneas realistas y la batalla se encontraba en tablas, entonces San Martín decidió enviar los batallones de reserva a la batalla atacando y cargando por todos los flancos y el centro español. Muchos creen que esa decisión definió la victoria.

En el flanco izquierdo, Las Heras y sus hombres junto con un grupo del Regimiento de Granaderos a Caballo — unidad creada por San Martín — tomaron la posición española en el cerro a su izquierda, cuyos defensores (realistas) se replegaron al centro del otro cerro donde todavía se encarnizaban duros combates.

Pero todas las fuerzas de Las Heras y otros, atacaron la izquierda realista mientras con un movimiento oblicuo los patriotas cargaron sobre la derecha y el centro enemigo. Mariano Osorio, creyéndolo todo perdido se retiró con su caballería buscando salvar su vida. José Ordóñez nunca se resignó a perder la batalla y organizó maniobras con las que solo se desorganizó más, debido a lo estrecho del terreno.

Así, la mayor parte del ejército patriota subió al llano donde sólo quedaban los 4 batallones españoles, Burgos, Arequipa, Concepción e infante Don Carlos (Real de Lima), rodeados por todas partes. A pesar de ello, se resistieron a rendirse o a huir.

Entonces del batallón de Burgos salieron unas voces, ya legendarias. "Aquí está el Burgos. Dieciocho batallas ganadas, ninguna perdida", mientras hacían ondear su laureada bandera, victoriosa en la batalla de Bailén y en tantos otros combates. La situación era trágica para ellos. Los otros batallones realistas, decidieron resistir de la misma manera. El batallón de Arequipa estaba mandado por José Ramón Rodil, el héroe del Sitio de El Callao.

Los batallones formaron el cuadro para resistir a la caballería. Los cazadores a caballo fueron rechazados, pero al formar el cuadro se convirtieron en un blanco más fácil para los fusiles de los infantes enemigos. Los batallones comenzaron a sufrir horriblemente por la fusilería y a continuación el 1º chileno cargó, para ser rechazado. El 7º de Los Andes lo intentó a su vez y fue asimismo rechazado. Los cuadros españoles, llenos de muertos y heridos, mantuvieron la posición.

jose de san martin

jueves, 5 de agosto de 2010

Testamento y muerte
Fechó su testamento ológrafo en París el 23 de enero de 1844, dejando como única heredera a su hija Mercedes de San Martín, casada con Mariano Balcarce quien se desempeñaba como embajador argentino en París.

Entre sus cláusulas establecía:

Que Mercedes otorgue a su tía María Elena una pensión hasta su fallecimiento.
Que a la muerte de María Elena le otorgue una pensión a la hija de ésta, Petronila.
Que su sable corvo favorito, el de las batallas de Chacabuco y Maipú, fuera entregado al gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, «como una prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla».[17]
Prohibió la realización de funerales y de acompañamientos hasta el cementerio, «pero sí desearía que mi corazón fuese sepultado en Buenos Aires».
Declaraba como su primer título el de generalísimo del Ejército del Perú.
En marzo de 1848, al estallar la revolución de ese año en París, se traslada a la ciudad costera de Boulogne-sur-Mer, estableciéndose en una habitación alquilada. Allí falleció a la edad de 72 años, a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850, en compañía de su hija Mercedes y de su yerno. Según cuenta la leyenda, el reloj de la casa dejó de funcionar a esa hora y aún sigue marcando las 3 en punto. Casualmente, en el mismo país donde murió San Martín, Francia, moría Honoré de Balzac, un día después.
El retiro
Vuelto a Mendoza en enero de 1823, pidió autorización para regresar a Buenos Aires y reencontrarse con su esposa que estaba gravemente enferma. Bernardino Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, se lo negó argumentando que no sería seguro para San Martín volver a la ciudad. Su apoyo a los caudillos del Interior y la desobediencia a una orden que había recibido del gobierno de reprimir a los federales, le valió que los unitarios quisieran someterlo a juicio.
No obstante, como la salud de su esposa empeoraba, decidió viajar a Buenos Aires, donde a su llegada ya ella había fallecido, el 3 de agosto de 1823. La lápida de su sepultura, que aún puede leerse en el Cementerio de la Recoleta, reza: «Aquí yace Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín».


Daguerrotipo de San Martín a los setenta años de edad (1848).Al llegar a Buenos Aires se lo acusó de haberse convertido en un conspirador. Desalentado por las luchas internas entre unitarios y federales decidió marcharse del país con su hija, quien había estado al cuidado de su abuela. El 10 de febrero de 1824 partió hacia el puerto de El Havre (Francia). Tenía 45 años y era generalísimo del Perú, capitán general de la República de Chile y general de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Luego de un breve período en Escocia, se instalaron en Bruselas y poco después en París. Su única obsesión era la educación de su hija Mercedes. En 1825 redactó las Máximas para Merceditas, donde sintetizaba sus ideales educativos.

Ofreció sus servicios a las autoridades argentinas con motivo de la guerra con Brasil, sólo después de la renuncia de su despreciado enemigo Rivadavia a la presidencia; pero la guerra ya había prácticamente terminado.

En marzo de 1829 intentó regresar a Buenos Aires, aunque no llegó a desembarcar: al saber que había vuelto a estallar la guerra civil, permaneció a bordo de incógnito, aunque fue descubierto. El general Juan Lavalle, antiguo subordinado suyo, había derrocado y fusilado al gobernador Manuel Dorrego, pero ante la imposibilidad de vencer en la contienda, le ofreció la gobernación de la Provincia de Buenos Aires. San Martín juzgó que la situación a que había llevado el enfrentamiento sólo se resolvería por la destrucción de uno de los dos partidos.[15] Entonces respondió a Lavalle que «el general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos». Luego se trasladó a Montevideo, donde permaneció tres meses, para finalmente volver a Europa.

Durante los años en que duró su exilio, San Martín mantuvo contacto con sus amigos en Buenos Aires, tratando de interiorizarse de lo que sucedía en su país. En 1831 se radicó en Francia, en una finca de campo cercana a París. Por esos años tiene lugar su afortunado encuentro con su ex compañero de armas, Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir, quien, convertido en un exitoso banquero, designó a San Martín tutor de sus menores hijos, con una generosa paga. Tres años más tarde y gracias al dinero ahorrado trabajando con su amigo y a la venta de las fincas con que lo habían premiado el gobierno de Mendoza y el de Perú, San Martín se mudó a una casa que compró en Grand Bourg.
Recibió la visita de varios personajes argentinos, en general jóvenes románticos y liberales, exiliados de su país, como Juan Bautista Alberdi (en 1843) y Domingo Faustino Sarmiento (entre 1845 y 1848), que viajó a Europa por encargo del gobierno de Chile y se encontró con San Martín en Grand Bourg en varias oportunidades. Hasta sus últimos años mantuvo correspondencia con su gran amigo Tomás Guido, quien lo mantenía informado sobre la situación política en Argentina y América.
En esas campañas conoció a Lord Macduff, un noble escocés que lo introdujo a las logias secretas que conspiraban para conseguir la independencia de América del Sur. Fue allí que hizo contacto por primera vez con círculos de liberales y revolucionarios, que simpatizaban con la lucha por la independencia americana.

Participó en 17 acciones de guerra: Plaza de Orán, Port Vendres, Baterías, Coliombré, fragata de guerra Dorotea en un combate con el navío británico El Leon, Torre Batera, Cruz de Yerro, Mauboles, San Margal, Baterías de Villalonga, Bañuelos, las Alturas, Hermita de San Luc, Arrecife de Arjonilla, Batalla de Bailén, combate de la Villa de Arjonilla y en Batalla de Albuera.[4
En 1808 las tropas de Napoleón Bonaparte invadieron la península Ibérica y el rey Fernando VII fue hecho prisionero. Poco después estalló la rebelión contra el emperador y contra su hermano José Bonaparte, que había sido proclamado rey de España. Se estableció una Junta Central de Gobierno, que actuó primero en Sevilla y luego en Cádiz. San Martín fue ascendido por la Junta al cargo de ayudante 1º del Regimiento de Voluntarios de Campo Mayor. También sirvió más de un año a bordo de la fragata de guerra Dorotea.

Distinguido por sus acciones contra los franceses, fue ascendido a capitán del Regimiento de Borbón. Su principal actuación fue en la gran victoria de la Batalla de Bailén, del 19 de julio de 1808, en que tuvo una actuación destacada como ayudante del general marqués de Coupigny. Esta victoria fue la primera derrota importante de las tropas de Napoleón, y permitió al ejército de Andalucía recuperar Madrid. En premio por su actuación, San Martín recibió el grado de teniente coronel el 11 de agosto de 1808. El ejército al completo recibió la Medalla de Oro de los Héroes de Bailén.

Continuó luchando contra los franceses en el ejército de los aliados en el Rosellón, Portugal e Inglaterra. En la Batalla de La Albuera combatió a las órdenes del general William Carr Beresford (el mismo que dos años antes había invadido Buenos Aires).
Carrera militar
El 21 de julio de 1789, a los once años de edad, comenzó su carrera militar en clase cadete en el Regimiento de Murcia, mientras estallaba la Revolución francesa. Luchó en la campaña del norte de África combatiendo a los moros en Melilla y Orán. El 19 de junio de 1793 fue ascendido a subteniente 2°, por sus acciones en los Pirineos frente a los franceses. En agosto de ese año su regimiento, que había participado en las batallas navales contra la flota inglesa en el mar Mediterráneo, se rindió. El 28 de julio de 1794 alcanzó el grado de subteniente 1°, el de teniente 2° el 8 de mayo de 1795, ayudante 2° el 26 de diciembre de 1802 y capitán el 2 de noviembre de 1804.
Durante el período siguiente luchó con el grado de capitán 2º de infantería ligera en diferentes acciones, en la Guerra de las Naranjas contra Portugal (1802) y en Gibraltar y Cádiz contra los británicos (1804).

jose de san martin



José Francisco de San Martín (Yapeyú, Argentina, 25 de febrero de 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 17 de agosto de 1850) fue un militar argentino cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y el Perú.

A los siete años viajó a España y con el tiempo se unió a los ejércitos españoles que combatían la dominación napoleónica de la Península, participando en las batallas de Bailén y La Albuera. En 1812, tras una escala en Londres, partió a Buenos Aires, en donde se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), que resistió un ataque realista durante el Combate de San Lorenzo. Luego reforzó el Ejército del Norte.

Desde la ciudad de Mendoza inició su plan para la liberación definitiva de Sudamérica: tras crear al Ejército de los Andes cruzó con el mismo la cordillera de los Andes y liberó Chile, en las batallas de Maipú y Chacabuco. Tomando bajo su control los barcos chilenos, atacó el centro del poder español en sudamérica, la ciudad de Lima, que declaró su independencia en 1821. Se encontró en Guayaquil con Simón Bolívar, y tras dicha entrevista le cedió su ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú. San Martín partió a Europa, y murió el 17 de agosto de 1850.

Junto con Bolívar es considerado el libertador más importante de Sudamérica de la colonización española. En la Argentina se lo reconoce como el Padre de la Patria y se lo considera un héroe y prócer nacional. En el Perú, se lo reconoce como libertador de aquel país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas». En Chile su ejército le reconoce el grado de Capitán General.